Las responsabilidades medioambientales representan un riesgo creciente y de alto coste a las empresas ubicadas en Europa. Como resultado de la concienciación de la sociedad y de la incipiente y cada vez más restrictiva regulación medioambiental – incluyendo la recientemente promulgada Ley 26/2007 de Responsabilidad Medioambiental resultado de la transposición de la Directiva 2004/35 de la Unión Europea – ha hecho que las compañías sean cada vez más responsables por los daños medioambientales, encontrándonos con que la mayor parte de las pólizas de seguros no ofrecen la cobertura necesaria, excluyendo daños por contaminación gradual y a la biodiversidad.